En primer lugar, Werner ponderó el trabajo realizado por su escudería para conseguir un nuevo logro en la "Fábrica de Talentos": "Es una emoción para todos los chicos del equipo. No deja de tener importancia porque marca el sendero de trabajo que tuvimos todo el año. Nunca bajamos los brazos y siempre intentamos superarnos. Esto refleja el esfuerzo previo a cada carrera, la dedicación que cada mecánico le pone a su auto. Después, un poco de estrategia en las carreras tratando de sumar la mayor cantidad de puntos posibles. A nosotros nos interesa sacar campeón al piloto, pero no perdemos de vista ganar el torneo de equipos porque es un título muy importante".

Además, el preparador entrerriano destacó la competitividad que hubo en pista con sus rivales: "Este año fue muy especial porque era post pandemia y el reglamento indicaba que había que descartar alguna fecha, entonces suponía que no te podías relajar en cada competencia. Había que organizar bien todo para sumar la mayor cantidad de unidades. Eso lo hicimos y nos salió bien. Competimos contra grandes equipos, como el Croizet Racing, LR Team o el Martínez Competición, todas escuadras de vasta experiencia, mucho trabajo y gran dedicación. Este año nos tocó a nosotros".

La temporada estuvo marcada por las restricciones a causa de la pandemia de Covid-19, que se fueron flexibilizando en el transcurso del certamen. Werner comentó de qué manera se realizaron las tareas en su estructura: "Fue un cambio de menor a mayor. De a poco empezó a venir algo de público, buscando una suerte de normalidad, aunque teniendo el mayor de los cuidados porque si hacíamos el testeo y daba un mecánico contagiado, se iba a todo el equipo. En eso tuvimos mucha precaución, incluso muchas veces hicimos los controles antes de salir de Paraná para no encontrarnos con sorpresas. Y en cada carrera, el cuidado intensivo con el barbijo, que es lo más seguro".

Y añadió: "Lo mismo sucedía con los pilotos, a quienes les pedía que mantuvieran una disciplina con la salud para no tener problemas. Fuimos muy ordenados en ese aspecto, lo mismo en el taller, donde se trabajaba con distancia y mucho resguardo".

Por último, el responsable del equipo con sede en Paraná señaló de qué manera trabajan con los jóvenes pilotos que están sumando sus primeros kilómetros en el automovilismo nacional: "Estamos hace mucho años en la actividad. Empecé en 1994 con Gabriel y, por lo general, nos tocó formar chicos que recién empezaban y provenían del karting. Estamos acostumbrados a trabajar con los chicos, me gusta enseñarles, ir formándolos, que tengan la paciencia para aprender y que no los supere la ansiedad de enseguida estar adelante. Es una escuela y hay que ir paso a paso. Es una costumbre nuestra, los vamos formando y cuando pasa el tiempo están arriba en los campeonatos, son los que terminan marcando el rumbo".