General Roca, 4 de diciembre de 2005.- La Copa Mégane culminó su temporada 2005 en el autódromo del Alto Valle de Río Negro y la victoria quedó en manos de Humberto Krujoski, quien volvió a imponerse en la categoría en la fecha que dejó el número uno en manos de Gabriel Satorra, tercero en esta oportunidad detrás de Sebastián Márquez, finalmente subcampeón. Ya sin la presión que impone la definición de un campeonato, los protagonistas de la Copa Mégane brindaron un gran espectáculo como lo hicieron habitualmente a lo largo del año en la carrera que cerró el calendario 2005. Krujoski partió adelante y no vio amenazada su situación en ningún momento, mientras que atrás de él si se dio una gran batalla entre el campeón Gabriel Satorra (quien luego se despistó y perdió terreno debido a que agarró una mancha de aceite), Agustín Canapino, Ignacio Vicentín y Sebastián Márquez. Mientras que el correntino marcaba diferencias en la punta, Canapino había capturado el segundo lugar y cumplía con su mejor actuación en la categoría pero finalmente realizó un trompo y se retrasó. Hecho similar sucedió con Vicentín cuando venía también en la posición de escolta. Esto fue aprovechado por hombres con experiencia como Márquez y el flamante campeón Satorra, que completaron el podio detrás de Krujoski quien en todo momento dominó la competencia final de la Copa Mégane. Así como en San Luis, donde Krujoski le había entregado su legado a Satorra, en esta última fecha también sucedió que el campeón saliente se quedó con la victoria y el campeón entrante cumplió una destacada labor que le permitió llegar al podio y cerrar un año brillante. Cabe destacar que Márquez alcanzó el campeonato antes de largar la final debido a que su principal rival por la puja del ?2? para el año próximo, Jorge Loyarte, no se presentó a correr y le dejó el camino allanado al neuquino que hizo prácticamente de local debido a la cercanía con su Zapala natal. Detrás de los tres primeros, se ubicaron Canapino, Carlos De Ley, Vicentín, Marcelo Furlan, Oscar Perotti, Luis Druetta y Christian Bodrato, completando los diez primeros clasificados. De esta manera, la Mégane cerró una temporada más en su corta pero rica historia en el automovilismo nacional. Un año que la mostró en plena salud dado que en la mayoría de las carreras el número de presentes se mantuvo alrededor de los veinte autos y se vivieron grandes espectáculos.